Vivimos en una sociedad en la cual tenemos constantemente la necesidad de recibir la aprobación de los demás en cuanto a todo lo que nos define: la aprobación del mundo de la moda para vestirnos, la de los amigos en la manera de hablar y la de Instagram en cuanto a la aceptación de nuestro cuerpo. Si uno es demasiado educado, tal vez no sea lo suficientemente “cool” y se hace necesario modificar la personalidad para adaptarla al contexto en el cual se espera ser aceptado.
Nos encontramos en una sociedad en la cual lo diferente es considerado un enemigo a combatir. De pronto ahora, más que nunca, tenemos la necesidad de aceptarnos por lo que somos, de amar esas características que nos representan y en las cuales reconocemos nuestra verdadera identidad. A menudo es difícil mantenerse firme y convencido de lo que uno es, aceptando a los otros y dando también a los demás la libertad de ser ellos mismos. Para lograrlo es necesario adquirir seguridad en el hecho de que todos los seres humanos hemos sido creados de forma única, tanto es así que nuestro ADN es irrepetible.
Nadie nunca podrá amar como lo haces tú y nadie sabrá representarte mejor. La identidad es fundamental también para definirnos como parte de algo más grande. Los numerosos conflictos pasados y presentes, ya sean guerras o choques ideológicos, generados por el encuentro/choque entre diversas identidades, son prueba de ello. Parece tan difícil aceptarse a uno mismo, dando a los otros la misma libertad; casi parece que el ser humano tiende a querer parecerse a los demás en todo aquello que lo representa, así que si soy bella y rubia entonces todo el mundo debería adaptarse a este prototipo de belleza. A menudo citamos la frase “todos somos iguales”… ¿y si no fuera necesario ser todos iguales para poder aceptarnos? ¿Y si pudiéramos vivir y amarnos en la consciencia y el respeto de nuestra diversidad? La diversidad enriquece, da conocimiento, sabiduría y un espíritu de convivencia único. Creo que es necesario iniciar a conocernos a nosotros mismos desde pequeños. Mientras crecemos y maduramos es fundamental adquirir una buena consciencia de nuestro cuerpo, de la persona que somos y de los valores que nos representan, a nosotros y a nuestra familia.
Unido a esto, es de vital importancia aprender que más allá de todos los elementos que nos definen y que nos hacen lo que somos, existen otros miles que a su manera representan y definen a los demás. Existen personas con valores, creencias, hábitos diferentes que merecen el respeto y el cuidado que podamos ofrecer. Mientras permanecemos firmes en nosotros mismos y en nuestra identidad, es hermoso mirar a nuestro alrededor hacia lo diferente sin que esto pueda influenciar o cambiar lo que somos.
¿Y tú? ¿Eres capaz de aceptar la identidad de los demás sin dudar de la tuya?
Artículo escrito por Aby // Team Purex
Traducido por Jazmín // Purex en Español