Imagina que decides hacer un detox físico para mejorar tu salud: peligran las hamburguesas y las bebidas azucaradas, entre otras cosas, pero adicionalmente, tendrás que darle la bienvenida a un mar de cosas fit, con el fin de que tu cuerpo funcione de mejor manera. El detox mental poco difiere de este panorama: la mala alimentación de la mente hace que esta no funcione como debería, y es necesario desechar muchos pensamientos ‘grasosos’, y darle la bienvenida a aquellos que son saludables.
¿Y por qué es tan importante realizar este detox? Porque, así como piensa el hombre en su interior, así es él. Es decir, aquello que sucede en nuestra mente es lo que da origen a aquello que hacemos, a la forma en la que vivimos. De hecho, hay batallas que perdemos en la mente antes de perderlas en cualquier otro lado, y es imposible que logremos cambiar nuestras conductas si no cambiamos nuestros pensamientos.
A este punto espero que haya logrado convencerte de la necesidad de hacerlo, y de que renovar la mente no es un lujo, sino una gran necesidad. Por eso Dios insiste en que trabajemos en esa renovación, que conseguimos cuando nuestra mente toma la forma de la Palabra de Dios. De hecho, la advertencia en la carta a los Romanos 12:2 es bastante clara: ¡o tu mente es renovada, o tu mente toma la forma del mundo actual! ¿Qué camino vas a tomar?
Para lograrlo, quiero enfocarme en un tip que funciona mejor que un jugo verde: el principio de sustitución. Así como un detox físico no consiste únicamente en dejar de comer, el detox mental no consiste en dejar de pensar. De hecho, poner la mente en blanco es prácticamente imposible, pues los que como yo han intentado hacerlo saben que detenerla es una labor complicada. Aceptando esa realidad, sabemos que no bastará detener los malos pensamientos, sino que el éxito depende de que estos sean sustituidos por buenos pensamientos, ¡por la Palabra de Dios!
La mente es una máquina que procesa lo que le entregues, por lo tanto, debes sustituir la basura que entraba por tus sentidos, por la Palabra para que sea eso lo que maquine. La única forma de que tu mente deje de procesar mentiras, es que la llenes de la verdad. El único modo de que alguien piense santo, es que sea expuesto al Espíritu Santo. La mente, es maleable a esos estímulos a los que decidas exponerla, así que, si hoy consideras que está intoxicada, seguramente sea hora de reemplazarlos, de cambiarlos definitivamente.
Dicho de otra forma: “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad” Efesios 4:22-24. La distancia entre la vida de acuerdo a la vieja naturaleza, y la vida según la nueva naturaleza, ¡es la renovación de nuestra mente! Sí, así de importante es el detox mental, es una cuestión de vida o muerte, es determinante para vivir una nueva vida. El texto no dice que simplemente nos quitemos el viejo ropaje, la orden no es solo: ¡desvístanse! Es necesario sustituir a través de la renovación de la mente esas ropas viejas, con el nuevo ropaje que es lo que Cristo espera y ha permitido que vistamos.
Por supuesto, este detox no es tan sencillo como hacer el mercado fit. Tal como el de tipo físico, es un proceso que toma tiempo, en el que los resultados no se ven de la noche a la mañana, y en el que no dejan de tentarte las hamburguesas. Sin embargo, te aseguro que vale la pena, y cual vendedor multinivel, puedo asegurarte que el detox mental te cambiará la vida. Te independizarás del pecado al que tiende la mente carnal, podrás viajar por la verdad de Dios y disfrutar de ella, y gozarás de una vida saludable para la gloria de Dios.
Artículo escrito por Julián // Redacción Purex en español
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